Actualmente la función financiera de la empresa abarca un campo de estudio amplio y formalizado. El estudio de las finanzas ha pasado de ser un mero instrumento descriptivo a ser una doctrina compleja que comprende un análisis riguroso y una teoría normativa; ha pasado de centrarse en una actividad limitada principalmente a la obtención de recursos a una actividad que comprende el control del activo, la asignación de recursos y el cuidado del valor de mercado de cada entidad; y ha pasado de ser una actividad que daba primordial importancia al análisis de las relaciones externas de la empresa a otra que concentra su atención en la adopción de decisiones internas.
Por tanto, el papel del responsable financiero se extiende a todo el ámbito de la organización. La actividad financiera no sólo se ha de encargar de captar los fondos necesarios para el funcionamiento de la empresa, controlar el uso de los mismos, y gestionar la tesorería, sino que ha de estar presente en casi todas las decisiones que se tomen, aunque aparentemente no sean financieras. Por ello la función financiera es decisiva para la administración porque proporciona los medios necesarios para remediar la mala administración en otras áreas.
Uno de los autores más ampliamente citados para describir la naturaleza y el contenido actual de la administración financiera, E. Solomon, señala que ésta debe proporcionar los instrumentos analíticos necesarios para dar respuesta a las cuestiones que se puedan plantear en torno a los tres aspectos siguientes: cuál ha de ser la dimensión de la empresa, es decir, el volumen total de sus activos y cuál ha de ser su crecimiento, qué activos específicos debe adquirir la empresa, es decir, en qué proyectos debe invertir sus fondos, y cuál ha de ser la composición de su financiación, es decir, la estructura financiera más conveniente para sus necesidades de capital.
Se trata de tres aspectos íntimamente relacionados entre sí. La dimensión actual y futura vendrá condicionada por las posibilidades de inversión disponibles, así como por las características de la financiación, tales como coste, plazo y riesgo. También las condiciones en que la empresa puede obtener recursos dependerán a su vez del tipo de inversiones (cantidad y calidad) que vaya a acometer utilizando esos fondos. Por eso la respuesta a las cuestiones planteadas requiere el cumplimiento de tres condiciones previas:
1. La determinación de un objetivo financiero explícito.
Como veremos posteriormente el objetivo financiero de la empresa se define en términos de maximizar su valor en el mercado, esto es, el valor para sus propietarios accionistas. Por tanto, en la definición de la estrategia financiera de la empresa el punto clave será la relación entre las decisiones financieras y la valoración de la empresa. Esta relación dependerá de las variables de rentabilidad y riesgo asociadas a las decisiones de inversión y financiación, que influyen en la evaluación de la empresa por el mercado.
La dirección de la empresa aceptará el criterio de maximizar la riqueza de los accionistas siempre que los sistemas de incentivos y penalización establecidos motiven un comportamiento que asume como propio el interés de los accionistas. Por eso entre las decisiones financieras y la valoración de la empresa existe una estrecha relación condicionada por restricciones internas y externas que afectan a las decisiones. Las primeras se refieren precisamente a la estructura y grado de concentración de la propiedad, el porcentaje de participación de los directivos en la propiedad del capital, los mecanismos de resolución de conflictos de interés, el sistema de incentivos establecido, etc. Las restricciones externas vienen dadas por la situación del entorno económico y financiero de la empresa, el grado de desarrollo de los mercados financieros, el peso de las instituciones en la financiación de la economía, etc.
2. La elección de un criterio sistemático para la asignación de recursos en la empresa.
La decisión de inversión habrá de tomarse con vistas a lograr una asignación eficiente de los recursos financieros puestos a disposición de la empresa, es decir, a configurar una estructura económica que produzca la mayor rentabilidad posible.
3. La utilización de un método de análisis que permita la elección de la combinación óptima de medios financieros.
La decisión de financiación tendrá que ir dirigida a la captación de fondos suficientes para satisfacer las necesidades financieras del proceso productivo y del plan financiero a un coste mínimo, es decir, se ha de configurar una estructura financiera que origine el menor coste posible. Este último aspecto exige definir una decisión de dividendos que permita conseguir un equilibrio entre una política de autofinanciación adecuada y el mantenimiento de la atención de los inversores hacia la empresa, de tal forma que el valor en el mercado de la misma sea máximo.

FUENTE: http://www.monografias.com/trabajos99/ingenieria-economica-generalidades/ingenieria-economica-generalidades.shtml#ixzz3p8al7n00
COMENTARIO:
Aquí hablamos acerca de que el estudio de las finanzas ha pasado de ser un solo instrumento descriptivo a ser una doctrina compleja que comprende un análisis riguroso y una teoría normativa
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